fbpx

Leyre, Javi y Geo.

 In matrona, parto en casa, Testimonios

NACER FELIZ TRAS 4 HORAS EMPUJANDO, ES POSIBLE.

Leyre muchas gracias por transmitirnos esa fuerza, esa fuerza que mantenías contracción tras contracción, cuando decías ‘no puedo más’ y entonces llegaba la contracción y ayudabas a nacer a Geo con todas fuerzas… desde luego una lección de amor sincero y verdadero.


parto en casa Mujeres Sabias

Parto en casa

Yo dí a luz en casa con Gemma y Marta. Para mí fue una experiencia increíblemente perfecta y por eso quiero compartirla con todo el que quiera escucharla-leerla.

Hacía el final de mi embarazo tomé la decisión de que quería parir en casa, hasta entonces sabía que quería pero me asaltaban muchas dudas. Estuve leyendo mucho y conversando con diferentes personas. Leí millones de estadísticas de unas y otras prácticas, de unos y otros países. Pero sabía y sigo convencida de que lo mejor para mi hijo y para el parto sería escuchar a mi cuerpo y dejarme llevar.

Contacte con Marta, Gemma y Agathe, vinieron a mi casa para conocernos y hablar del embarazo y de cómo preparar el parto. A las tres las había conocido en un curso preparto de la clínica Acuario y ya de antemano aprendí mucho con ellas. Recuerdo que en aquellos cursos pensé que me gustaría que alguna de ellas fueran mi matrona.

Yo no quise tener doula, pero la verdad es que siento que Gemma y Marta, además de matronas muy sabias y profesionales, fueron mis doulas. Creo que puedo ser la envidia de muchas madres: tuve dos doulas-matronas fantásticas. Todavía sigo sorprendida de cómo 2 personas que conocía tan poco pudieron transmitirme tanta seguridad y confianza.

Cuando llegó el día en que noté esas contracciones regulares e incesantes las llamé y Gemma vino en seguida a comprobar que ciertamente estaba empezando el proceso del parto.  Me explicó que todavía nos quedaban muchas horas de dilatación y así fue.

Me quedé en casa preparando la habitación con cojines y velitas. Despacito, pasando las horas hasta que las contracciones aumentaban en intensidad. Cuando empezó la noche vino otra vez Gemma y al poco Marta. Ellas me controlaban de vez en cuando, pero nos dejaban la mayor parte del tiempo a mi marido y a mí en la intimidad, dejando que el proceso se fuera sucediendo con naturalidad.

Mi marido me ayudó mucho. Yo iba probando diferentes posturas para aliviar el dolor y dejar que se fuera abriendo camino. Me metí en la bañera varias veces y es cierto que el agua caliente relaja. .. y así fue pasando la noche.

Con el amanecer Marta me observó y me dijo que ya estaba totalmente dilatada, era el momento de empujar, entrabamos en la fase del expulsivo. Desde ese momento estuvieron constantemente con nosotros controlando los latidos del peque y otras tantas cosas. Yo como estaba a lo mío tampoco me enteraba de todo.

En estas horas las contracciones eran muuuuy duras y en cada una empujaba y empujaba haciendo un gran esfuerzo. Pasaron 4 horas de un expulsivo agotador, durante esas horas rompí la bolsa de agua y mi bebe fue bajando cada vez más.

Gemma, Marta y mi marido me animaban para seguir empujando y esos gritos de “venga, venga, sigue, sigue, empuja, más, más… etc” me ayudaron muchísimo. Yo cada vez me sentía más agotada y ellos no dejaron de ayudarme con diferentes posturas y animándome en cada empujón.

Todo esto que aquí os escribo lo recuerdo como si fuera un sueño, un tanto confuso y sin tener claro los momentos exactos de cada suceso. Mucho de lo que esa noche pasó, creo que involuntariamente lo he olvidado.

Lo que recuerdo muy claramente es cuando después de una de las contracciones más duras donde empuje y empuje quedándome sin aire, les dije – vale, me estáis diciendo todo el rato que ya casi esta, pero no sale y yo noto que el cuerpo no me va a aguantar mucho más-. Pensé que si no salía pronto no iba a ser capaz.

Entonces Gemma me cojío la mano y la llevó a mi periné. Toqué donde me estaba llevando y me dijo –estas tocando la cabecita de tu hijo-, y lo noté perfectamente. Ese fue uno de los momentos más maravillosos de mi vida. Noté un subidón de adrenalina indescriptible, una alegría que me llenó el cuerpo, no sabría explicar… Tenía de nuevo muchas ganas de empujar y noté como si recuperara toda la fuerza del mundo para esos últimos empujones.

Tanta fue la emoción que quise empujar sin contracción,…. Pero no conseguí nada, hay que empujar al compás de nuestros cuerpos. No pasó mucho hasta las siguientes y 3 contracciones después Geo, así se llama mi hijo, estaba sobre mi pecho.

Geo tosió y apenas sollozó unos segundos hasta que encontró uno de mis pechos donde inmediatamente se puso a mamar. Los dos estábamos desnudos, embadurnados de diferentes líquidos y pegados el uno al otro. Una gran sensación de paz, de saber que es así de esa manera dónde y cómo tienes que estar. Mi marido nos abrazaba por detrás a los 2. A mí me temblaba el cuerpo de exhausta que estaba. Marta terminaba de sacar la placenta y de examinarme, me puso un par de puntos internos. Ni episotomía, ni desgarro, todo mi cuerpo respondió de forma naturalmente perfecta.

Nos quedamos mi marido, mi hijo y yo, en esa habitación que hoy es la de Geo, tal cual allí tumbados, disfrutando del momento. Creo que no tardaríamos mucho en dormirnos los tres. La llegada al mundo de mi hijo fue maravillosa y tranquila.

Después de todo nos ayudaron a mi hijo y a mí a trasladarnos a mi dormitorio. Creo que fue en ese momento que examinaron a Geo y comprobaron que estuviera bien sano. Ayudaron a mi marido a recoger todo el empastre que imagino que debió quedarse.

Gemma me controló la lactancia aquel día y los sucesivos en varias visitas y por teléfono. Marta me llamó y me controló el tema del hierro, pues perdí bastante sangre aquel día.

Tengo el convencimiento de que la naturaleza es sabia y que si la dejas actuar no hay nada más perfecto en este mundo. El hombre ha conseguido cosas asombrosas, pero con la instrumentalización no se acerca y mucho menos mejora lo que la naturaleza por sí es capaz de hacer.

Me gustaría tener más hijos en el futuro y espero que para ese entonces mis matronas favoritas puedan acompañarme en el parto J.

Marta, Gemma, Agathe, me alegro mucho que vuestro proyecto siga para adelante. Os deseo lo mejor! Un beso!.

Recommended Posts
0

Escribe la búsqueda y pulsa Enter